Primer Hábito.- Sea
Proactivo
Proactividad no solo significa tomar la iniciativa,
sino también que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias
vidas, nuestras propias conductas, de nuestras propias decisiones. Por el
contrario, si otorgamos poder a las cosas para que nos controlen, nos volvemos reactivos, y se debe a que nosotros
les hemos dado ese poder. El carácter de las personas reactivas se ve
influenciada por los factores físicos, sociales o psicológicos, en cambio las
personas proactivas realizan un trabajo de calidad, sin importar que haga un
buen tiempo o no, que se les revise el trabajo o no. Las personas proactivas
también son influenciadas por esos factores, pero la diferencia es que su
respuesta es una elección basada en valores.
Tomar la iniciativa no significa ser insistente,
molesto o agresivo o tener siempre la razón o ser siempre el que habla primero
o habla más. Significa reconocer
nuestra responsabilidad de hacer y poner lo mejor de nuestra parte para que las
cosas sucedan. Las personas reactivas, cuando les va mal culpan a
fuerzas externas de su situación. Se mueven por sentimientos. Las personas
proactivas hacen hincapié en el verbos amar, hacer,..., sin esperar
calificaciones o revisiones "de alguien" de los trabajos que están realizando.
Si pensamos que el problema está ahí afuera, ese es el problema, ya que
esperamos a que cambie lo que está afuera y antes que nosotros cambiemos. Es
por eso que debemos cambiar de adentro hacia fuera; y no de afuera hacia adentro.
El modo más positivo en que yo puedo influir en mi situación consiste en
trabajar sobre mí mismo, sobre mí ser.
Segundo Habito.- Empiece Con Un
Fin En Mente
Consiste en empezar hoy con la imagen, el cuadro o
el paradigma de vida como marco de referencia o criterio para el examen de
todas las otras cosas. El hábito de empezar con un fin en mente se basa en el
principio de que todas las cosas se crean dos veces. Este hábito se basa en
principios de liderazgo personal. El liderazgo proactivo enérgico debe
controlar constantemente el cambio ambiental, en particular los hábitos y
motivos del cliente, y proporcionar la fuerza necesaria para organizar los
recursos en la dirección correcta. Se centra en lo que uno quiere ser
(carácter) y hacer (aportaciones y logros), y en los valores o principios que
dan fundamento al ser y al hacer.
La seguridad es nuestra fuerza personal básica; la
guía es la fuente de dirección de la vida; la sabiduría es nuestra perspectiva
de la vida; el poder es la capacidad o facultad de actuar. Todos tenemos un
centro, aunque por lo general no lo reconozcamos como tal. Los centros o
paradigmas típicos son: centrarse en el cónyuge. Centrarse en la familia. Centrarse
en el dinero. Centrarse en el trabajo. Centrarse en las posesiones. Centrarse
en amigos o enemigos. Centrarse en la iglesia. Centrarse en uno mismo. El mejor
modo de identificar nuestro propio centro consiste en examinar atentamente los
factores que sustenta nuestra vida. No solo podemos tener un centro, pues
podemos tener la combinación de varios de estos, entonces la fuerza emergente
es otro centro.
Como personas proactivas podemos empezar a dar
expresión a lo que queremos ser y hacer en nuestras vidas. Podemos redactar un
enunciado de nuestra misión personal, una constitución personal. 1) ampliar la
perspectiva: si uno es proactivo no tiene que esperar que las circunstancias u
otras personas creen experiencias que amplíen la perspectiva. 2) visualización
y afirmación.
En el liderazgo personal efectivo, las técnicas de
visualización y afirmación surgen naturalmente de un fundamento mental bien
conocido, a través de propósitos y principios que pasan a ser el centro de la
vida individual. Y esto también podemos aplicar las organizaciones. Todos
tienen que participar en la elaboración del enunciado de la misión
organizacional.
Tercer Habito.- Establezca
Primero Lo Primero
En el tercer hábito abordamos muchas de las
cuestiones concernientes al campo de la administración de la vida y el tiempo.
Es por eso que debemos organizar y ejecutar según prioridades.
Existen tres generaciones:
Primera generación que se caracteriza por notas y
listas de tareas. La segunda generación se caracteriza por agendas. Y la
tercera generación refleja el campo actual de la administración del tiempo,
planifican día tras día; se desea mantener el equilibrio.
Cuarta generación se puede captar en urgente
significa que necesita atención inmediata. La importancia tiene que ver con los
resultados. La clave no es dar prioridad a lo que está en la agenda, sino
ordenar en la agenda las prioridades. La cuarta generación de
autoadministración es más avanzada que la tercera en cinco aspectos: se centra
en principios, está dirigida por la conciencia moral, define nuestra misión
singular, incluyendo valores y metas a largo plazo, ayuda a equilibrar la vida
identificando roles, proporciona un contexto más amplio por medio de la
organización.
Transferir la responsabilidad a personas aptas y
adiestradas nos permite dedicar nuestras energías a otras actividades
importantes. La delegación significa desarrollo, tanto para los individuos como
para las organizaciones. Existen dos tipos de delegación: delegación en
recaderos y delegación en encargados. La delegación efectiva representa tal vez
el mejor indicador de la administración efectiva, simplemente porque es
fundamental para el crecimiento personal y organizacional.
Victoria pública
El principio de la secuenciación dice: la victoria
privada precede a la victoria pública. No podemos saltar caminos ni llegar en
paracaídas, ya que para llegar al punto que deseemos debemos recorrer la senda
que nos corresponde. Si somos proactivos y nos centramos en principios
correctos construiremos relaciones ricas, duraderas y productivas con otras
personas. Es por eso que necesitamos mantener un equilibrio positivo para
comunicarnos sobre situaciones delicadas. El arreglo rápido es un espejismo,
por eso construir y reparar las relaciones lleva tiempo. No debemos
impacientarnos, sino tener carácter. Para acrecentar la confianza debemos: comprender
al individuo, prestar atención a las pequeñas cosas, mantener los compromisos, aclarar
las expectativas, demostrar integridad personal, disculparse sinceramente
cuando realiza un reintegro, las leyes del amor y las leyes de la vida.
Cuarto Habito. Piense en
Ganar/Ganar
Debemos concentrarnos en producir una excelencia
personal y organizacional de un modo enteramente diferente, creando un sistema
de información y recompensa que refuercen el valor de la cooperación. Si
pasamos de la independencia a la interdependencia avanzamos a un rol de
liderazgo, y el hábito de liderazgo interpersonal efectivo es pensar en
ganar/ganar. Este forma uno de los 6 paradigmas de la interacción humana, los
cuales son: - ganar/ganar - pierdo/pierdes - gano/pierdes - gano - pierdo/ganas
- ganar/ganar o no hay trato
Ganar/ganar o no hay trato. Este paradigma se basa
en que si no se benefician ambas partes pueden acordar en no haya trato. Esta
es una opción sumamente realista en el inicio de una relación comercial o de
una empresa, pero no en una relación empresarial ininterrumpida. No hay trato
permite que en el fututo se realice algún acuerdo y que la relación no se
deteriore permanentemente.
Ganar/ganar. Se procura el beneficio mutuo de las
interacciones humanas. Se ve la vida en un escenario cooperativo, más no
competitivo. Este abarca cinco dimensiones:
·
Carácter:
este es la base de este paradigma, todo lo demás se erige sobre este
fundamento. Hay tres rasgos caracterológicos para este paradigma, son:
integridad. Madurez, mentalidad de abundancia.
·
Relaciones
·
Acuerdos
·
Sistemas
·
Procesos
Solo se pueden alcanzar
soluciones ganar/ganar con procesos ganar/ganar: el fin y los medios son los
mismos.
Quinto Habito.- Procure Primero
Comprender y Después Ser Comprendido.
Este principio es la clave de la comunicación
interpersonal efectiva. Hemos aprendido a leer, escribir, hablar, pero no a
escuchar. Lo común es que nos comprendan, pues solo escuchamos para responder,
y utilizamos un paradigma autobiográfico. Es por eso que debemos utilizar la
escucha empática, la cual quiere decir escuchar con la intención de comprender
emocional e intelectualmente, no necesariamente estando de acuerdo con la otra
persona. La escucha empática es un depósito en la cuenta bancaria emocional.
Este principio es aplicado en diferentes campos, tales como: la medicina, en
las ventas, en el campo del derecho, en el diseño de productos, etc. Si
empezamos por juzgar nunca podremos comprender. Todos los consejos bien
intencionados del mundo no representan nada si no empiezan por afrontar el
problema real. Es por eso que debemos dejar a un lado nuestra autobiografía y
tratar de comprender. Puede ser que al principio lleve tiempo, pero después lo
ahorrará.
El quinto hábito es el primer paso del proceso
ganar/ganar, este es sumamente poderoso ya que se encuentra en el centro del
círculo de influencia. Es por eso que si nos centramos en el círculo de
influencia comprenderemos profunda y verdaderamente a las otras personas. Si
escuchamos nos dejamos influir, y dejarse influir es la clave para influir en
los otros. Debemos ser pacientes, no empujar para que la gente se abra
verbalmente antes de que uno pueda empanizar.
Sexto habito.- Sinergia.
El ejercicio de todos los otros hábitos nos prepara
para el hábito de la sinergia. La esencia de la sinergia consiste en valorar
las diferencias: respetarlas, compensar las debilidades, construir sobre las
fuerzas. Y la clave para valorar esas diferencias consiste en comprender que
todas las personas ven el mundo no como es, sino como son ellas mismas, por eso
debemos comprender a las otras personas y valorar la percepción de ellas.
Cuando nos comunicamos con sinergia abrimos nuestro corazón y expresiones a
nuevas posibilidades, nuevas alternativas, nuevas opciones. Es por esto que la
confianza está relacionada con los diferentes niveles de comunicación.
La sinergia es particularmente poderosa para tratar
con las fuerzas negativas que obran contra el desarrollo y el cambio. Pues
existen fuerzas positivas y negativas. Es posible que aspiremos a crear un
clima más positivo, respetuoso, abierto y confiado. También es posible que
después de varios intentos nos demos por vencidos y nos limitemos a decir: la
gente es como es y cambia es muy difícil.
Renovación. Séptimo
habito.- Afile La Sierra
Consiste en tomar tiempo para afilar la sierra.
Engloba a todos los otros hábitos del modelo de los siete hábitos porque es el
que los hace posibles. Significa renovar las cuatro dimensiones de su
naturaleza: la física, la espiritual, la mental y la social/emocional.
Debemos ser proactivos. Esa es la inversión más
poderosa que está a nuestro alcance: la inversión en nosotros mismos, en el
único instrumento con que contamos para vivir y realizar nuestra aportación.
Pues para ser efectivos debemos dedicar tiempo a afilar la sierra en las cuatro
dimensiones.
- Dimensión
física.
- Dimensión
espiritual
- Dimensión
mental
- Dimensión
social/emocional
Es por eso que debemos demostrar amor incondicional
a nuestros semejantes, pues el modo en que los tratemos influirá en ellos. Si
descuidamos una de estas áreas, el todo resulta negativamente afectado. La
renovación sinérgica es óptima en cierto grado, la cual nos ayuda a progresar
en una dimensión. La clave para el desarrollo de los siete hábitos es
dedicarnos a la renovación de las dimensiones física, mental y emocional. Esto
se llama victoria privada cotidiana.
La renovación es el principio y el proceso que nos
permite ascender en una espiral de crecimiento y cambio, de perfeccionamiento
continuo. Para moverse a lo largo de la espiral ascendente es necesario
aprender, comprometerse y actuar en planos cada vez más altos. La clave para no
dejar de amar consiste en hablar. Nosotros podemos convertirnos en personas de
transición. El cambio real procede de adentro hacia afuera; no se consigue
cortando las hojas de las actitudes y la conducta con las técnicas rápidas de
la ética de la personalidad, sino actuando sobre las raíces (pensamientos y
paradigmas fundamentales).
La verdad ya no está fuera de nosotros, ni en
cierto sentido dentro de nosotros, sino que nosotros somos ella, y ella es
nosotros. Todos estos principios correctos vienen de dios, los cuales nos
permiten elevarnos por encima del plano animal, es por eso que debemos seguir
luchando con nuestras flaquezas, las cuales nos van a capacitar para amar,
servir y tratar de hacer felices a los otros.